Este dibujo en blanco y negro presenta una vista panorámica de un puerto costero, realizado con un detallado trazo lineal que recuerda a la técnica del grabado o el dibujo a plumilla. En primer plano, se observan edificaciones de varios pisos con techos inclinados de teja, dispuestas en una trama urbana que desciende hacia el muelle. Las fachadas, ricamente texturizadas, alternan ventanas, balcones y arcos que aportan profundidad y ritmo visual a la composición.
En la parte central, pequeñas embarcaciones descansan en el agua o se alinean junto a los muelles, sugiriendo un lugar de intensa actividad pesquera. Una estructura en forma de puente o rompeolas se extiende hacia el mar, protegiendo la bahía. Al fondo, la línea costera se recorta en acantilados y formaciones rocosas, aportando un contraste dramático con la geometría ordenada del poblado.
El trabajo de sombreado, basado en líneas cruzadas y punteados, otorga volumen y realismo a cada elemento. La ausencia de color enfatiza la riqueza de la textura y la precisión del trazo, transmitiendo una atmósfera nostálgica y atemporal. La perspectiva aérea y el nivel de detalle sugieren un estudio minucioso de la escena, que combina observación arquitectónica con un sentido pictórico del paisaje urbano.