La obra muestra la silueta estilizada de una figura femenina de perfil, orientada hacia la izquierda. Su rostro está delineado con trazos simples y claros, mientras que el cabello se extiende en amplias ondas que ocupan buena parte de la composición, mezclando tonos dorados, verdes y azules. La figura parece vestida con una prenda amplia y fluida, que se despliega en patrones decorativos y detallados.
Los colores predominantes son suaves, con una paleta de azules, lilas, verdes y dorados. El vestido se llena de motivos circulares y orgánicos, recordando texturas decorativas o florales, que crean un efecto dinámico y de movimiento. Estos patrones se repiten en distintas áreas de la obra, aportando ritmo visual.
El fondo combina áreas de tonos dorados con ondulaciones que continúan la sensación de fluidez y movimiento. En conjunto, la obra presenta un diseño rico en ornamentos y detalles minuciosos, donde cada área está trabajada con un patrón propio que se integra con el resto de la composición.