Desnudo con telas

En esta pintura, Alfredo Jiménez presenta una figura femenina desnuda, sentada en posición de loto sobre un pedestal, con una expresión serena y los ojos cerrados. La mujer parece suspendida en un momento de introspección profunda, en un entorno sin distracciones. La composición es sencilla pero poderosa, con un fondo oscuro que concentra toda la atención en el cuerpo y la postura de la modelo.

El artista utiliza una paleta cálida para la piel, contrastada por la tela azul que cubre parcialmente su hombro izquierdo, y la banda rosada que adorna su cabeza. La anatomía está tratada con naturalismo y suavidad, resaltando la belleza clásica de la figura sin caer en el exceso. La textura del lienzo transmite una sensación de calma y recogimiento, casi espiritual.

Este óleo celebra la conexión entre el cuerpo humano y el silencio interior. Más allá de lo estético, la escena evoca un momento de pausa, de conciencia plena, donde la sensualidad se mezcla con la contemplación. Jiménez construye así una imagen de quietud que remite a lo atemporal, como una figura sacada de un templo antiguo o un sueño sereno.